Como la propia vida en transición. De beatriz rgb

 

Fue una sorpresa muy hermosa cuando Odile me contactó. Ella supo de mi trabajo entre traducción y/en poesía por medio de Érica Zíngano y Miguel Cardoso y, entonces, quiso conocer lo que yo había hecho. Debo decir que desde el primer momento, hasta todos los siguientes contactos, todo siempre se pasó con una generosidad y una atención muy amable por parte de Odile. Conociendo su experiencia, de pronto supe que podía confiar en ella y en su inventividad. Creo que la traducción es un ejercicio de mucha entrega, de un labor intensamente creativo, y me sentí muy cómoda de dejarla vivir con mis poemas de querides monstres en traducción. Charlamos un tanto principalmente sobre los juegos dentro de ellos, una vez que hay muchas intertextualidades en mi poesía — influida por la propia práctica de traducción que hay en mi vida — y que resultan una trama a veces laberíntica de referencias. Entonces, tuvimos una buena apertura para deshacer algunos nudos entre lenguas para que pudiera recrearlos en sus propias lenguas, ella también como alguien que vive entre francés y alemán y sabe aún más. Incluso, nos encontramos con lecturas en común, pues ella se recordó de “monstres adorés” en Le corps lesbien de Monique Wittig, cuyos libros fueron una grande influencia para mis figuraciones de una sexualidad lésbica no binaria. Así que nuestro fue un encuentro de hibridismos, tan al gusto de querides monstres, que me encantó muchísimo: me suena como la propia vida en transición en los cuerpos, las lenguas y en las palabras. Estoy muy agradecida, de corazón.