Die beste Revolution
Es war die 2021 bei der Latinale eingeladene kubanische Dichterin Jamila Medina Ríos, die mich 2017 in Kuba auf Legna Rodríguez Iglesias aufmerksam gemacht hatte. Wie Jamila gehört sie der generación del año cero oder Generation Null an, wie die Autor:innen genannt werden, die um die Jahrtausendwende mit neuen Ästhetiken die literarische Bühne der von einer heruntergekommenen Revolution abgewirtschafteten Insel betraten. Jamila meinte damals, dass Legna einen ganz eigenen Stil habe, der jetzt schon von Vertreter:innen der jüngsten Generation imitiert werde. Ich lernte Legna dann persönlich im folgenden Jahr bei ebenfalls emigrierten Freunden in Miami kennen, bei denen wir zusammen mit einem Tänzer eine kleine Hausperformance veranstalteten. In ihrer großzügigen Art schenkte sie mir alle Bücher, die sie bei der Hand hatte, und als erstes schlug ich den 2015 erschienen Gedichtband Hilo + Hilo (faden + faden) auf: ich hatte noch nie einen faden in einer vagina gesehen/ der wie nasenschleim aus der vagina hängt. Es war gewagt, so an die Ekelgrenzen zu gehen; doch den Faden dann in der Folge mit der Seele zu verbinden und mit der Angst, durch das Abreißen des Fadens der anderen Person Schaden zuzufügen, das wiederum war hohe Kunst: sie könnte ja die seele verlieren/…/ ich zog ihn raus mit dem mund/ und zum ersten mal habe ich was bereut.
Damit war für mich ein Ton gesetzt, den ich so noch nie gehört hatte und der danach verlangte, ins Deutsche übertragen zu werden. Der Gedichtband Transtucé von 2017 beginnt mit folgender Bemerkung: In Kuba kann eine chinesische Erfindung beinahe alles bedeuten. Die Leute sind dazu gezwungen, Dinge zu erfinden, um die zu ersetzen, die sie eigentlich bräuchten. Die Erwähnung des Erfindungsreichtums kann nicht nur als poetologisches Statement über die Funktion des eigenen Schreibens gelesen werden, diese Geschicklichkeit findet sich auch ganz konkret in den Gedichten von Legna, die mit Leichtigkeit immer wieder zu neuen Formen findet. Sind es in Trastucé formal gesehen schlanke Gedichtsäulen, überraschte sie die Leser:innen im 2016 erschienen Miami Century Fox mit Sonetten und im 2020 publizierten Título (Titel) mit prosaartigen Gedichten. Dabei stellt Legnas Spiel mit unterschiedlichen Registern, dem zwischen Alltagssprache, Kubanismen, Vulgarismen und philosophischen Überlegungen oszillierenden Duktus, eine große Herausforderung beim Übersetzen dar, will man alle Zwischentöne und Registerüberschneidungen und -überschreitungen in die Zielsprache bringen. Die Autorin hat die sprachliche Neuvermessung der kubanischen Realität und ihres eigenen Lebens von Anfang an mit großer Bewusstheit betrieben. Im Gedicht Tregua Fecunda (Fruchtbare Kampfpause), dem ersten aus dem gleichnamigen Band von 2012, in dem sie an ihren Großvater erinnert, der in den Dreißigerjahren für die Freiheit gekämpft hatte, hält sie nicht nur fest: sich von dem zu befreien was einen fesselt/ darum kämpft jeder, sondern spezifiziert auch, dass sie ihren Kampf auf den unblutigen Feldern der Literatur austrägt: ich habe schon Sachen geschrieben Grandfather/ und das ist die beste Revolution/ die ich machen werde
Udo Kawasser
La mejor revolución
Fue la poeta cubana Jamila Medina Ríos, invitada a Latinale posteriormente en 2021, quien me hizo conocer a Legna Rodríguez Iglesias en Cuba en 2017. Al igual que Jamila, pertenece a la generación del año cero, o Generación Cero, como se denomina a los autores que, con el cambio de milenio, emergieron en la escena literaria con nuevas estéticas, en una isla degradada por una revolución venida a menos. Jamila dijo entonces que Legna tenía un estilo propio, que ya era imitado por los representantes de la generación más joven. Conocí a Legna en persona al año siguiente en casa de unos amigos que también habían emigrado a Miami, donde montamos una pequeña actuación en casa junto con un bailarín. A su generosa manera, me regaló todos los libros que tenía a mano, y el primero que abrí fue el poemario de 2015 Hilo + Hilo: Yo jamás había visto un hilo en una vagina /colgando de la vagina como un moco de catarro. Era un atrevimiento llegar así a los límites del asco; pero conectar luego el hilo con el alma y con el miedo a dañar a la otra persona arrancando ese hilo, eso también era arte elevado: se le iba a salir el alma/.../ lo halé con la boca/ y fue la primera vez que me arrepentí de algo.
Esto me dio un tono que nunca había escuchado y que exigía ser traducido al alemán. El poemario Transtucé de 2017 comienza con la siguiente observación: En Cuba, un invento chino es casi cualquier cosa.La gente está obligada a inventar cosas para sustituirlas por las cosas que en verdad necesita. La mención a la inventiva puede leerse no sólo como una afirmación poetológica sobre la función de la propia escritura; esta destreza también puede encontrarse de forma bastante concreta en los poemas de Legna, que encuentran con ligereza nuevas fórmulas una y otra vez. Mientras que los poemas de Transtucé son columnas de poesía formalmente esbeltas, Legna sorprendió a los lectores con sonetos en Miami Century Fox, publicado en 2016, y con poemas en prosa en Título, publicado en 2020. El juego de Legna con los diferentes registros, con un estilo que oscila entre el lenguaje cotidiano, los cubanismos, los vulgarismos y las reflexiones filosóficas, representa un gran reto en la traducción si se quiere llevar todos los matices, y las superposiciones de registro y transgresiones a la lengua de destino. La autora ha perseguido desde el principio la evolución lingüística de la realidad cubana y de su propia vida con gran conciencia. En el poema „Tregua Fecunda“, el primero del volumen homónimo de 2012 en el que recuerda a su abuelo que había luchado por la libertad en los años 30, no sólo deja constancia de: liberarse de lo que ata/es la lucha común, sino que también precisa que se libre su batalla en los campos incruentos de la literatura: ya escribí cosas grandfather/ y esa es la mejor revolución/ que haré.
Udo Kawasser