Fuente de la lengua: español
Traducciones: alemán

La luna

Jueves de invierno,  
mañana levemente adornada por frágiles rayos de luz solar, 
último jueves de enero,  
ya viene una nueva cuenta por pagar, 
las pocas horas que me quedan para volver a navegar, 
entre el teclado y las campanas que me anuncian que debo continuar. 
 
Las reflexiones sobre este mundo son a veces ingratas, 
sin embargo y con esmero veo el rumbo  
y también a veces me veo, 
rodeado de preguntas sobre como continuar, 
sigo remando y caminando sobre una tabla de madera, 
sobre una hoja de papel, 
sobre el recuerdo de un poeta que ya se fue, 
sobre la señora que partió dejándome un trabajo inconcluso, 
sobre el profesor que quiso regalarme una puerta para entrar al viejo mundo, 
sobre la abuela que recuerda perfectamente como aceptó el compromiso de querer  
cambiar el mundo, 
por lo menos el suyo,  
y van partiendo lentamente,  
las despedidas son largas, 
no terminan de marcharse, no queremos que se vayan, 
queremos que se queden porque seres como ellos nos hacen mucha falta,  
para humanizar esta sociedad,  
para soñar que podemos cambiar el rumbo,  
para construir entre juntos, 
para que también la esperanza brille, aunque sea pálida, 
como esta luz de invierno, 
como este sol sobre los techos, 
como la luna en mi balcón. 

DER MOND

Ein Donnerstag im Winter, 
der Morgen leicht geschmückt vom zarten Sonnenlicht, 
der letzte Donnerstag im Januar, 
schon steht die nächste Rechnung an, 
nur wenige Stunden noch, dann muss ich weiternavigieren, 
zwischen Tastatur und Alarmglocken, muss ich es weiterführen 
Reflexionen über diese Welt können undankbar sein, 
trotzdem verfolge ich genau den Kurs, 
und manchmal betrachte ich mich, 
von Fragen geplagt, wie es weitergehen mag, 
ich rudere hin und her, wanke über ein Brett, 
über ein Blatt Papier, 
über die Erinnerung an einen Dichter, der nicht mehr ist, 
über die Frau, die fortging und mir ihre unvollendete Arbeit hinterließ, 
über den Lehrer, der mir eine Tür zur alten Welt schenken wollte, 
über die Alte, die noch weiß, dass sie einmal die Welt ändern wollte,  
zumindest ihre eigene, 
und langsam verlassen sie uns, 
die Abschiede ziehen sich hin,  
sie kommen nicht weg, wir wollen sie nicht gehen lassen, 
bleiben sollen sie, denn wir brauchen solche Leute, 
um die Gesellschaft menschenfreundlich zu gestalten, 
um von einem Kurswechsel zu träumen, 
um gemeinsam etwas aufzubauen, 
damit auch die Hoffnung glänzt, selbst wenn sie blass ist, 
wie dieses Winterlicht, 
wie diese Sonne über den Dächern, 
wie der Mond auf meinem Balkon. 

traducido por: Romy Brühwiler
Fuente de la lengua: español
Traducciones: alemán