der boxer
auf der hoehe von fallobst siedelten sie
ihn gern an, die besserwisser an den seilen
dabei tat er stets was er konnte. was er
wollte, auszer sich durchzuboxen, stand
nur in gottes geheimem tagebuch. dasz
sie ihm als kind n kotelett um den hals
binden muszten, damit wenigstens die
hunde mit ihm spielten, gab er einmal
in der late-show preis. seine lebrigen
handschuhe hingen da bereits laengst
um den hals eines stillen bewunderers
el boxeador
lo llevarían con gusto al nivel de las
frutas caídas, sabios de las cuerdas
él siempre hizo lo que pudo, lo que él
quiso, aparte de boxear hasta la médula,
sólo estaba en el secreto diario de los dioses,
le tejerían de pequeño una chuleta
en su cuello, así al menos jugarían con él
los perros, confesó en una ocasión durante
el late show. Su guantes hace
mucho ya hepáticos colgaban
y trenzaban el cuello de un admirador secreto