DER PAUKENSCHLAG
Hört ihr das, so höhnen Honigprotokolle: Du willst das nicht.
Wird der Raum da nicht zur Kathedrale? Zum Männerbecken?
Oder einem Lutherus? Deinen Willen tu ich gerne. Begreife nur:
Bandagen sitzen schön, sehr schön an schönen Menschen.
Das sagt nichts über die Bandagen. Und spricht auch nicht davon,
wie stramm sie sitzen, wenn nicht sogar schnüren. Ebensowenig:
weswegen. Das Bild ist roh oder frivol. Entferne es. Es könnte sein,
dass alles auseinanderfällt, zugrundegeht. Oder auch im Gegenteil,
dass alles sich für immer erholt. Anders als das Zugrundegehn,
braucht die Erholung den Bezug. Schon allein das befähigt sie.
Aber wozu? Denk nach. Nun, du hast keine Worte, aber willst,
wofür du keine Worte hast, besitzen. Stahl vor stahlblauem Himmel,
ein Griff etwas hereinzugeben oder auch herauszuholn, ein Regal,
eine sehr große Hand voller Pflaumen. Wie heißt das auf Deutsch?
Auf Deutsch würde man wohl sagen: ein hingebungsvoller Paukist.
EL GOLPE DE TIMBAL
Oigan esto, así escarnecen los protocolos de la miel: Tú no lo quieres.
Ese espacio; ¿no se vuelve catedral? ¿pileta de hombres?
¿o un Lútero? Cumplo a gusto tus deseos. Sólo comprende:
los vendajes se ven bellos, muy bellos, en gente bella.
Eso no dice nada sobre los vendajes. Ni tapoco habla
acerca de cuán apretado sientan, por no decir anudan. Tampoco dicen:
porqué. La imágen es frívola o cruda. Retírala. Podría ser
que todo se desarme, se destruya. O incluso al contrario,
que todo se recupere para siempre. Distinta que la destrucción,
la recuperación requiere el vínculo. Sólo eso la hace capaz.
¿Pero de qué? Piensa. Tú no tienes, pues, palabras pero quieres
poseer aquello para lo que no las tienes. Acero delante de cielo acerado,
el gesto de poner algo dentro o también el de sacarlo, una estantería,
una mano muy grande llena de ciruelas. ¿Cómo se llama eso en alemán?
En alemán uno diría sin dudas: un timbalista del todo entregado a lo suyo.