op. 24, dritter Satz, sehr rasch
Zwischen [1:30] und [1:29] tritt die Schöpfung für sich auf: Pflanzen,
Samen, Erde; Bäume, Früchte, Speise; Tiere, Vögel, Himmel; Gewürm,
Kraut, Nahrung; nach [1:28] liegt der Krebs, obwohl – wir erinnern uns
– nichts niedriger als die Schöpfung liegen kann, schamlose dreizehn
Schritte tiefer, aber wir zählen nur bis zehn, höchstens noch bis elf, wir
sprechen daher jetzt von einer kleinen Neun: Getier, Vieh, davon zählt
mindestens eines doppelt; Himmel, darin Vögel, seht; immer noch
Vögel, Meer, darin Fische; seht, Fische, ausreichend Erde; wir stoßen
weiter oben links, d. h. bei [1:26], der Form halber erneut gegen den
Krebs: Erde, darauf Gewürm, Feld; Tiere, Vieh, Himmel; Vögel, Meer,
Fische; Bild, darin Menschen—hier brechen wir ab, es k.me nur noch
Gott, und kehren ab [1:22] um, also den Krebs, der das nicht lange
aushalten muss, da keine Halben mehr, und halbieren dafür: Er-, -de,
Vö-; -gel, Me–das funktioniert nur im Text–er; Was-, -ser, wir kommen
ohne Gottes Tun wohl nicht aus: Spra-; -che, Se-, -gen; von [1:20] an
fast alles Bisherige und Zukünftige gleichzeitig, aber schön
ausgewogen zer- und verteilt, aus voller, vom restlichen Körper
gelöster Brust: Vöwasser; Gelgetier; Feshimde; als Solo: -te, Er-, -mel;
zwischen [1:15] und [1:14] verdiente niemand, dass wir weiter als bis
zum zehnten Finger, gar jedes Glied zählten: Erde, Jahre, Tage; Nacht,
Zeichen, Zeiten; Himmel, Tag, Feste; Lichter—genug der Güte—nein,
zu wenig, wir schreiben [1:11] und der Krebs liegt, ausgezählt, wieder
auf dem Rücken, wir handeln barmherzig und, überkreuzt, zweihändig:
Früchte, darin -me; Samen, darin Bäu-; Kraut oder Gras, darin -de; Er-
bleibt für den Solisten übrig; spätestens ab [1:09] die Ahnung, dass alles
klar wird, wenn man es ausreichend bearbeitet: ausgehöhltes Wasser ist
Himmel, diesen höhlen Orte aus, welche, ausgehöhlt, nur noch
Trockenes sind, worin sich nach [1:06] das Nichts, vom Wasser
seitwärts auf das Feste gelangt, und seine Weisheit in vollkommener
Krebsgestalt spiegelt, auf dass es von [1:03] an, wie wir den Blick
verschämt und verstört von op. 1 abwenden, das Licht kröne.
op. 24, tercer movimiento, muy veloz
Entre [1:30] y [1:29] surge la creación para sí: plantas, semillas, tierra;
árboles, frutos, comida; animales, pájaros, cielo; alimaña, hierba, alimento;
después del [1:28] yace el cangrejo, a pesar – recordemos – que nada puede
yacer más bajo que la creación, trece pasos desvergonzados más abajo, pero
contamos solo hasta diez, máximo hasta once, entonces hablamos ahora de
un pequeño nueve: criaturas, ganado, al cual se le cuenta al menos uno doble;
cielo, allí pájaros, mirad; todavía pájaros, mar, allí peces; mirad, peces,
suficiente tierra; nos chocamos para guardar las formas más arriba hacia la
izquierda, eso quiere decir que con [1:26], contra el cangrejo: tierra, sobre
ella lombrices, campo; animales, ganado, cielo; pájaros, mar, peces; imagen,
dentro de ella humanos–aquí interrumpimos, vendría solamente Dios, y a
partir del [1:22] volteamos, entonces al cangrejo, el cual no lo tiene que
aguantar más, porque no más mitades, y así partimos por la mitad: tie-, -rra,
Páj-; -aro, ma-esto solo funciona en el texto-r; a-,gua, sin la obra de Dios no
nos la arreglamos bien: len-;-gua, bend-,-ición; a partir del [1:20] casi todo lo
hastahora y lo futuro al mismo tiempo, pero bien balanceado partido y
repartido, de todo pecho, disuelto del resto del cuerpo: pájagua; arocriatura;
fiescierra; como solo: -ta, tie-, -lo; entre [1:15] y [1:14] no se lo merecería
nadie que contemos más que hasta diez dedos, ni cada miembro: tierra, años,
días; noche, signo, tiempos; cielo, día, fiestas; luces -suficiente de la bondad-
no, muy poco, escribimos [1:11] y el cangrejo yace, escrutinado, de nuevo
boca arriba, actuamos piadosos y, cruzado, con ambas manos: Frutos, en ellos
-oles; semillas, en allos arb-; hierba o pasto, en ellos -rra; tie- le queda al
solista; a más tardar desde el [1:09] la idea que todo será claro, cuando uno
lo trabaja suficiente: agua ahuecada es cielo, a él le ahuecan lugares, los
cuales, ahuecados, solamente secos son, donde se refleja después de [1:06] la
nada, llegada del agua a la fiesta lateralmente, y su sabiduría en total
apariencia de un cangrejo, a que corone la luz desde el [1:03], como nosotros
alejamos del op.1 avergonzados y desencajados la mirada alejamos.