EN LA CASA DE ZULEMA HUAIQUIPAN
Junto al río de estos cielos
verdinegro hacia la costa,
levantamos la casa de Zulema Huaiquipán.
Hace ya tantas muertes los cimientos,
hace ya tantos hijos para el polvo
colorado del camino.
Frente al llano y el lomaje del oeste,
levantamos la mirada de mañío
de Zulema Huaiquipán.
Embrujados en sus ojos ya sin luz
construimos las paredes de su sueño.
Cada tabla de pellín huele a la niebla
que levantan los campos de la noche.
Cada umbral que mira al río y los lancheros
guarda el vuelo de peces y de pájaros.
Bajo el ojo de agua en el declive
donde duermen animales de otro mundo
terminamos las ventanas.
Y en la arena hemos hincado nuestras sombras
como estacas que sostienen la techumbre
de la casa de Zulema Huaiquipán.
De: Reducciones (2012)
IM HAUS VON ZULEMA HUAIQUIPAN
Nah am Fluss dieser Gefilde,
schwärzlich grün in Richtung Küste,
errichten wir das Haus der Zulema Huaiquipán.
So viele Tode schon das Fundament,
so viele Kinder für den roten
Staub des Weges.
Vor dem Flachland und den Hängen Richtung Westen
erbauen wir den Eibenblick
der Zulema Huaiquipán.
Verhext in ihren Augen ohne Licht schon,
ziehen wir die Wände ihres Traums hoch.
Die Eichenbretter duften nach dem Nebel,
der aufsteigt von den Feldern über Nacht.
Jede Schwelle, mit Blick zum Fluss und zu den Booten,
bewahrt den Flug der Fische und der Vögel.
Unterhalb des Wasserlochs am Steilhang,
wo Tiere schlafen einer anderen Welt,
bauen wir die Fenster ein.
Wir rammten unsere Schatten in den Sand
als Pfeiler, um das Dachgebälk zu tragen
des Hauses von Zulema Huaiquipán.