1. Canciones desde el fin del mundo
Canto I
El ombligo de un niño
emite cantos que
los habitantes no pueden comprender.
Se asemejan
al trino de un fénix
enterrado
en lo profundo del océano.
Los dedos de los pies
le sirven de cuerdas musicales.
El niño
no tiene oídos,
pero las masas se han reunido a escucharlo
¿Para qué seguir oyendo canciones de amor
si en pocos segundos
nuestros huesos serán partículas
en el seno de una estrella sin nombre?
Canto VIII
Padre,
ya no quiero canciones
como látigo en mis sienes.
Padre,
he quemado antes de marcharme
tu colección de discos,
¿por eso el mundo ha caído
como un cuerpo inerte
al agua?
Padre,
quiero tatuarme en la palma de la mano
los sonidos que compondrán los planetas
cuando choquen.
Himnos nacionales se pierden
en un agujero negro.
Hemos vuelto a ser Pangea.
Padre,
solo los débiles sobrevivimos.
1. Lieder vom Ende der Welt
Gesang I
Der Nabel eines Kindes
sendet Gesänge aus, die
die Bewohner nicht verstehen können.
Sie ähneln
dem Trillern eines Phönix
begraben
in den Tiefen des Ozeans.
Die Zehen
dienen ihm als Instrumentensaiten.
Das Kind
hat kein Gehör,
aber die Massen haben sich versammelt, um ihm zuzuhören.
Wozu weiter Liebeslieder hören
wenn in wenigen Sekunden
unsere Knochen Partikel sein werden
im Schoße eines namenlosen Sterns?
Gesang VIII
Vater,
ich will keine Lieder mehr
wie Peitschenhiebe auf meine Schläfen.
Vater,
bevor ich ging verbrannte ich
deine Schallplattensammlung
¿ist die Welt deshalb gefallen
wie ein träger Körper
ins Wasser?
Vater,
ich will mir in die Handfläche tätowieren
die Klänge, die die Planeten komponieren
wenn sie zusammenstoßen.
Nationalhymnen gehen verloren
in einem schwarzen Loch.
Wir sind wieder Pangaea.
Vater,
nur wir Schwache überleben.