asesinatos
(en añosluz)
para I.L. y L.I.
a cuatro calles de mi calle: contrabando de órganos humanos
narcomenudeo, prostitución infantil
un ingeniero se viste de mujer para toquetear señoras en el metro
tacos de carne de perro
cucarachas monumentales merodean la basura
en esta esquina con frisos barrocos se cometió un crimen pasional
y un ave fénix resurge entre montañas de colillas de cigarro
he perdido la inocencia en esta ciudad
llena de niños solos que hacen preguntas filosóficas
camino
reconozco las señales de la guerra en los semáforos
hay consignas de aerosol en todas partes
a cuatro calles, el espacio se bifurca bajo tierra
una ciudad más sanguinaria se hunde debajo de mis pasos
otros niños rotos se disputan cloacas con ratones
el mercado vende hasta el luto de sus madres lejanas
a veces pienso que la palabra sicario tiene demasiada melodía
y que el centro histórico oculta el terror más feroz
detrás de cada malabar baila un asesino
sólo hay que llegar a tiempo para ver la acción
y todavía
aunque sé que matan, que asaltan
que los taxis de noche son una ruleta inminentemente rusa
la ciudad me hace cosquillas
el otro día colgamos del balcón una manta que dice bésame mucho
invitando a todos los vecinos al desarme
(mejor vivir entre paredes que tiemblan beso a beso
que contar cicatrices de plomo en las ventanas)
por eso, no puedo decirte asesíname amor
porque los muertos no besan y necesitamos estar vivos
para empezar a hacer belleza con todos los escombros